domingo, 3 de noviembre de 2013

COCCION AL VACIO, COCCION POR MICROONDAS Y COOKCHILL

COCCION AL VACIO

La cocina al vacío es un sistema de producción de alimentos que se realiza introduciendo todos los ingredientes en una bolsa o barqueta en la que se realiza el vacío y se sella. Posteriormente se somete a tratamiento térmico en un medio húmedo o líquido con temperatura controlada: hornos de convección vapor, baños maría termostáticos, vaporeras o autoclaves. La técnica del vacío aplicada a la cocina permite mejorar la calidad organoléptica de muchas materias primas, ayuda a mejorar la seguridad alimentaria, con una buena gestión es una herramienta de ahorro de costes, tanto en compras como en reducción de mermas.

HISTORIA
La historia de la utilización del vacío para la conservación de alimentos se remonta al siglo XVIII, gracias al sistema desarrollado por Nicolás Appert. Ya en el siglo XIX emerge la industria conservera, que sigue combinando tratamiento térmico y ausencia de aire para prolongar la vida útil de los alimentos, y posteriormente se aplica el vacío al envasado de materias primas para su conservación sin alterar las características propias. Sin embargo, no es hasta la década de los años 70 en el siglo XX cuando la técnica del vacío se utiliza por primera vez para realizar cocciones al vacío. En los últimos 30 años las aplicaciones de la técnica al vacío han evolucionado mucho, sobre todo en el sector industrial. Pero en el canal Horeca aún se desconocen muchas de las ventajas que este sistema ofrece tanto para la conservación como para la cocción de los alimentos.

SEGURIDAD ALIMENTARIA
El vacío como método de conservación o de cocción puede prolongar la vida útil del alimento sólo si las condiciones higiénicas son las adecuadas y si los parámetros de tiempo y temperatura se controlan adecuadamente, ya que son muchas las bacterias, levaduras y esporas que sobreviven en medios anaerobios y a temperaturas de refrigeración. Si bien es cierto que no todos suponen un riesgo para la salud humana sí que pueden suponer la degradación de las características organolépticas del plato. Es imprescindible conocer los riesgos que existen para poder garantizar, en la medida de lo posible, la seguridad alimentaria de los platos cocinados al vacío.

TECNICAS COMPLEMENTARIAS
La cocina al vacío se complementa con otras técnicas y procesos, necesarios para obtener el resultado final esperado. Al cocinar dentro de la bolsa o de la barqueta el proceso de producción cambia por completo, así como el comportamiento de los ingredientes. Para la adaptación de recetas tradicionales a este nuevo sistema será necesario buscar ingredientes y procesos que permitan tener un resultado similar. Hay platos que no se pueden cocinar completamente al vacío, pero en la gran mayoría, al menos algunos de los procesos se pueden adelantar con esta técnica.

PARAMETROS DE COCCION
La cocina al vacío se caracteriza por el control de la temperatura a la que se somete al alimento. Siguiendo con los procesos complementarios, además de controlar la higiene y los ingredientes y procesos previos al envasado, hay que realizar un estudio y muchas pruebas para llegar a obtener los parámetros de cocción de cada uno de los platos que se quieran elaborar al vacío. En función de lo que se trabaje con un baño termostático, un horno convección vapor o un autoclave, los resultados serán distintos.
La variación de sólo un grado centígrado puede ser suficiente para que el centro del alimento no quede con la textura deseada, es por esta razón por la que se deben utilizar equipos con control de temperaturas integrado. Los hornos convección vapor o los baños termostáticos permitirán cocinar en un rango de temperaturas suficiente para trabajar cualquier materia prima. En este caso será de gran ayuda saber los rangos de temperaturas óptimos para cada tipo de materia prima. Así como la mayoría de las carnes precisan de cocciones largas, los pescados y las verduras estarán listos en menor espacio de tiempo. También influye el hecho de estar cocinando en barqueta o en bolsa y el volumen de alimento contenido en estas, por tanto, si se trabaja con distintos gramajes habrá que adaptar los parámetros de cocción para cada uno de ellos.

MAQUINARIA
En la cocina al vacío dos son los elementos clave del proceso: la máquina de vacío y el abatidor.

Maquina de vacío
Se trata de una máquina de una complejidad elevada con la cual se extrae todo el aire existente en la bolsa de cocción y el alimento que se va a someter al vacío. Tras el proceso de vacío la bolsa queda sellada. Una bomba se encarga de efectuar el vacío hasta un 99%. Consta además de un sistema de parada en el caso de que la fuerza de succión sea excesiva para un producto determinado.

Batidora
Una vez finalizada la cocción el plato envasado debe ser sometido a un enfriamiento rápido, de forma que se mantenga el menor tiempo posible en el rango de temperaturas de riesgo. Con este fin toda cocina que trabaje la técnica del vacío estará equipada con un abatidor de temperatura, o célula de enfriamiento forzado. Esta máquina es una de las herramientas principales para conservar la calidad organoléptica y aumentar la vida útil. Una vez finalizado este proceso el plato se debe mantener refrigerado, por debajo de los 3 °C, o congelado, por debajo de los -18 °C. En cualquier caso, perfectamente etiquetados. La identificación del producto, la fecha de elaboración y la fecha de caducidad no deben faltar aunque el plato sea para consumo propio.

COCCIÓN POR MICROONDAS

Desde su invención en el año 1946, el uso del horno microondas se ha extendido considerablemente, constituyendo hoy una de las herramientas fundamentales de nuestras cocinas.
Con el no solo podemos calentar y descongelar nuestros alimentos rápidamente, sino también cocinarlos reduciendo el tiempo de cocción, la perdida de nutrientes y la utilización de materia grasa para la elaboración de los alimentos. Por estos motivos el horno microondas puede ser una buena manera de preparar recetas sanas y ligeras.
El microondas emite ondas electromagnéticas que actúan sobre las moléculas de agua que contienen los alimentos y las agitan a gran velocidad; dicha agitación ocasiona fricción y produce calor que cocina los alimentos o hierve el agua. Cuando las microondas cesan de funcionar, la acción de la fricción continua por si misma, disminuyendo hasta volver a la acción molecular normal. Hay que recordar que la cocción en este tipo de hornos es 4 veces mas ligera que en hornos convencionales. Tenerlo en cuenta para evitar que los alimentos se quemen o pierdan calidad.
Consejos para aprovechar todas las posibilidades que brinda el microondas:
Utilizar la potencia y el tiempo sugerido en el recetario del microondas para cada preparación.
Utilizar solo recipientes de vidrio, porcelana, losa, plásticos especialmente diseñados para uso en microondas, papel, cartón, aunque estos últimos pueden quemarse. Nunca utilizar metales u objetos con partes metálicas.
Al calentar líquidos, incluso cuando se supera el punto de ebullición del mismo, es probable que no desprendan vapor al retirarlos del horno, pero al contacto con otras sustancias u objetos podrían causar salpicaduras ocasionando quemaduras graves.
Si se utiliza papel fil, hacerlo solo para cubrir el recipiente donde se colocara el alimento, sin que este entre en contacto con el.
Recordar que la cocción en microondas, a diferencia de la convencional, es de adentro hacia afuera del alimento, por lo que los platos tendrán un aspecto mas blanquecino. Si se desea lograr aspectos como dorados o tostados en el alimento elegir hornos microondas con grill o convección.
Cocinar las verduras rociándolas con poca agua, quedaran crujientes y conservaran todo su color.
Para las carnes es conveniente utilizar una potencia media y ampliar el tiempo de cocción.
Las pastas y arroces se cocerán en agua de manera tradicional a potencia máxima.
No cocinar los huevos con cascara, porque estallarían.
Los pescados son ideales para cocer en microondas, se cuecen rápidamente conservando todos sus jugos.
Revolver los alimentos durante la cocción para lograr una cocción uniforme.
Si se desea descongelar alimentos usar la función indicada para ello. Utilizar temperaturas superiores cocinarían el alimento conjuntamente al proceso de descongelado.

COOK&CHILL

Cook&Chill, (traducción literaria - cocinar & enfriar) consiste en cocinar tradicionalmente todas las preparaciones y luego enfriarlas rápidamente desde una temperatura aproximada de 80 grados Celsius a una temperatura que oscila entre los 4 – 6 grados en menos de 90 minutos.
Esta técnica nos permite alcanzar un alto grado de planificación de la producción, actuar ante un aumento de la demanda, volcar todo el esfuerzo y atención durante el servicio y asegurar un nivel óptimo de seguridad alimentaria. Otra de las ventajas que obtenemos de la aplicación del Cook&Chill son las que se producen al detener la cocción de los alimentos recién elaborados, tal y como se ha venido realizando tradicionalmente en la cocción de mariscos y algunas verduras, evitando que el calor residual altere la calidad organoléptica y el valor nutricional de estos: al cortar la cocción conseguimos fijar sabor, color y textura del alimento, además de detener la pérdida de nutrientes que se produce al someter los alimentos a cualquier tratamiento térmico.
En el sistema tradicional tras la elaboración de los platos se procede al servicio de estos, pero cuando el número de servicios a realizar es considerable resulta inviable atender esa gran demanda aplicando un proceso casi artesanal (lo que en cocina denominamos "a la minute"). Esto nos obliga a elaborar los platos con antelación y mantenerlos a una temperatura superior a los 65ºC en el corazón del producto hasta la hora del evento, pero solo los platos con un alto contenido de líquido (sopas y caldos) pueden mantener después de esa espera la calidad del momento de la elaboración, en el resto de platos la evaporación producida durante el almacenamiento a esas temperaturas produce una pérdida considerable en la calidad organoléptica del alimento, además del riesgo que supone que la temperatura no se mantenga por encima de la zona de crecimiento microbiológico.
Por tanto, en estos casos de restauración directa (la producción y el servicio van unidos) la aplicación del Cook&Chill es muy conveniente si el número de comensales es elevado.
En el caso de la restauración diferida (la producción es independiente del servicio) resulta especialmente ventajoso la implantación de esta técnica ya que nos permite elaborar con varios días de antelación pudiendo así organizar la producción, la distribución y optimizar así los recursos de nuestra empresa.
Respecto a la técnica hay varios puntos que se deben controlar perfectamente para evitar riesgos para la salud y pérdida de calidad en el producto:

ABATIMIENTO
Este término define al enfriamiento forzado que debe realizarse en el menor tiempo posible para evitar mantener los alimentos más tiempo del necesario en la franja de temperatura de riesgo, es decir entre 10º y 65ºC, que es donde la mayoría de microorganismos proliferan con mayor facilidad.

ALMACENAMIENTO
Tras el proceso de enfriamiento, los alimentos elaborados se guardan perfectamente tapados y etiquetados en refrigeración a menos de 3ºC, a la espera de la regeneración para su posterior servicio. Es importante que la temperatura no supere los 3ºC para evitar la proliferación de las esporas de Clostridium botulinum. Aunque esta medida no está contemplada en la legislación que permite refrigerar a 4ºC porque se considera que la regeneración va a evitar contaminaciones alimentarias, debemos tener en cuenta que conviene prevenir en cada subproceso por si el siguiente paso no se realiza correctamente.

REGENERACIÓN
La regeneración consiste en llevar los alimentos desde la temperatura de refrigeración a una temperatura superior a 70ºC en corazón de producto para consumirlo inmediatamente. Este proceso debe de ser cuidadosamente estudiado, pues de él depende el resultado final y por ello se debe diseñar conjuntamente al de cocinado, ajustando los tiempos y las temperaturas de cocción para que el proceso de regeneración sea la finalización del plato. Para parametrizar perfectamente este proceso es imprescindible la elaboración de las fichas técnicas, en las que se recogen todos los datos de producción y regeneración, detallando los procesos, tiempos, temperaturas, envases y recipientes. Para garantizar el éxito del sistema Cook&Chill es indispensable que cada receta esté desarrollada con detalle y que se realice una revisión periódica de todas ellas.

HIGIENE
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la higiene, tanto en las instalaciones como en el desarrollo de todos los procesos. Los factores a tener en cuenta tienen que ser estudiados minuciosamente si pretendemos conseguir unos resultados óptimos en cuanto a calidad y seguridad alimentaria. Se debe repasar los movimientos de cada ingrediente, cada producto intermedio y cada producto final, desde que llegan al establecimiento hasta que salen y cada uno de los procesos por los que pasa, para detectar cualquier posible punto de contaminación ya sea directa o cruzada.

CADUCIDAD
El último punto importante del proceso es la caducidad, es decir, el tiempo que el alimento que hemos preparado, cocinado y enfriado puede mantenerse en cámara sin perder ninguna de sus cualidades organolépticas y sin suponer un riesgo para la salud. En términos de seguridad alimentaria un plato cocinado e inmediatamente abatido puede mantenerse en refrigeración hasta cinco días siempre que la cámara esté por debajo de los 4ºC. Dependerá del alimento, del tratamiento térmico aplicado y del almacenamiento que esté alimento esté organolépticamente en condiciones o no.

En caso de que el alimento se haya cocinado a vacío o se haya envasado a posteriori, la caducidad aumentará en función de los procesos a los que haya sido sometido y otra serie de factores. Por tanto para establecer la fecha de caducidad de alimentos envasados a vacío y elaborados en cadena de frío tendremos que definir los parámetros de cada proceso, la calidad de la materia prima y los procedimientos de manipulación, y analizar en laboratorio el producto resultante hasta definir la vida útil del producto. De este punto queremos resaltar que en el Cook&Chill no es imprescindible cocinar a vacío ni envasar una vez cocinado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario